La degeneración macular es una enfermedad ocular que afecta la zona central de la retina, conocida como la mácula, y puede provocar una pérdida progresiva de la visión central. Esta condición es más común en personas mayores y es una de las principales causas de ceguera en adultos mayores. A continuación, exploraremos los signos y síntomas de la degeneración macular sin hacer promesas sobre tratamientos o curas.
La degeneración macular relacionada con la edad (DMRE) se produce cuando la mácula, la parte de la retina responsable de la visión central y de los detalles finos, comienza a deteriorarse. Existen dos tipos principales:
Degeneración Macular Seca: Es la forma más común y progresa lentamente con el tiempo. Se caracteriza por la acumulación de depósitos amarillentos llamados drusas en la mácula.
Degeneración Macular Húmeda: Es menos frecuente pero más grave. Se produce cuando los vasos sanguíneos anormales crecen debajo de la retina y provocan fugas de líquido o sangre, lo que puede causar una pérdida rápida de la visión central.
Las primeras etapas de la degeneración macular pueden no presentar síntomas evidentes, pero a medida que la enfermedad avanza, es posible notar algunos cambios en la visión, entre ellos:
Visión borrosa: La percepción de los objetos cercanos o distantes se vuelve menos nítida, lo que dificulta leer o reconocer rostros.
Dificultad para ver en condiciones de poca luz: Las personas con degeneración macular pueden notar que requieren más iluminación para realizar tareas como leer o escribir.
Pérdida de la visión central: Un área borrosa o una mancha oscura puede aparecer en el centro del campo visual, lo que interfiere con la capacidad de ver detalles finos.
Líneas rectas que parecen onduladas o distorsionadas: Este fenómeno, conocido como metamorfopsia, puede ser un signo temprano de degeneración macular húmeda.
Dificultad para reconocer rostros: La pérdida de la visión central dificulta ver los detalles de los rostros, lo que puede afectar la interacción social.
Disminución en la percepción del color: Los colores pueden parecer menos intensos o apagados.
Zonas vacías en la visión: Algunas personas pueden experimentar áreas en blanco o vacías en su campo visual.
Diversos factores pueden aumentar el riesgo de desarrollar degeneración macular, incluyendo:
Edad avanzada: Es más común en personas mayores de 50 años.
Historia familiar: Tener parientes con degeneración macular puede incrementar el riesgo.
Tabaquismo: Fumar daña los vasos sanguíneos y aumenta las posibilidades de desarrollar la enfermedad.
Hipertensión arterial: La presión arterial alta puede afectar el flujo sanguíneo hacia la retina.
Dieta pobre en antioxidantes: La falta de vitaminas y minerales esenciales puede contribuir al deterioro de la mácula.
Exposición prolongada a la luz ultravioleta: La radiación UV sin protección puede acelerar el daño ocular.
Si experimentas alguno de los signos mencionados, es recomendable acudir a un oftalmólogo para una evaluación. Las pruebas de visión, como la rejilla de Amsler y exámenes del fondo de ojo, pueden ayudar a detectar la enfermedad en sus etapas iniciales.